“Cuando se reúnan en mi nombre dos o más yo estaré ahí”, no pude dejar de pensar en eso cuando el José lo relacionó con la demostración por inducción en matemática y de inmediato me acorde, demostrarlo en uno (1) es “trivial” como decía aquel profesor, sin embargo con dos o más quedaba demostrado el teorema…
Quizás su existencia y mi fe tienen la demostración matemática que siempre he querido descubrir, o tal vez se prueba que solo en sociedad es posible la creencia en Dios porque que uno solo lo considere puede que sea un loco, pero si una comunidad (tomando como comunidad a más de uno) lo cree se materializa.
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Siempre tengo esas contradicciones, esas piezas que no calzan, que no me permiten tener una opinión absoluta, es mejor así.