Hace tanto tiempo que no escribo, pareciera que mis manos se atrofiaron, sin que me enterara, y aunque leí muy bien el diagnostico, hice caso omiso.
No se cuanto tiempo pasó desde septiembre, es cosa de contar, caso en el cual no quiero meterme porque me da lata, sí honesta y vergonzosa lata. Seria cuestión de ir a ver mi diario de vida, porque días antes de abandonarlo fue cuando había vuelto a él.
Bendita escritura y yo que la traiciono, tengo un cajoncito con llave en mi escritorio, frente a mi ventana (¡pucha que extraño mi pieza!) En el cual están todas las cartas que me han dado y que he escrito sin mandar, los programas de las presentaciones de ballet, boletos, pétalos, papeles de comidas que algún chiquillo me hubo regalado.
Cada vez que siento que esto sola, o perdida…incluso cuando necesito recordar quien era, lo veo y es siempre lo mismo, voy eliminando cosas que ya pierden el valor, pero lo que nunca he hecho y no se si algún día haga sea botar las cartas.
Tengo hasta sobres de sailor moon (yo era la sailor Júpiter), otras escritas de mis amigas por los juegos que hacíamos: a las Barbies por supuesto, yo tenia (creo?) todo: la casa, el jeep, el comedor, el living, ropa, la oficina y como mi hermana también tenía accesorios juntábamos todo y hacíamos grandes ciudades. Lo más chistoso era que les ponía a mis muñecas nombres de marcas de maquillaje, así había una: “Elena Rubinstein”, “un Patricio Petricio”, Meibelina Meibelin y otros no eran de esa temática pero eran “ad hoc” con el personaje: como a John Smith (el muñeco de Pocahontas), Cournie, la Ariel (la sirena). No me acuerdo que nombres además de estos inventaba, pero quedaban patentados, los ponía una vez y desde ahí quedaban para seculam seculorum.
El resto de las cartas ya más grande son dedicatorias o tratan sobre niños que me gustaban y ni sabían quien era, era lo mejor, me gustaban y algunos mucho, pero hasta ahí no más.
Otras ya más profundas hablan sobre problemas púberes y las ultimas ya “crecida”(?) sobre asuntos que me reservo…
Cuando escribía arriba sobre mis juegos millones de cosas sucedieron en mi cabeza, las historias románticas, modos de hacer el juego, en fin… fue regresar en segundos a esa edad y a esos momentos, yo creo los mejores de los mejores.
Estar en el colegio no era fome tampoco, iba en uno mixto y jugar con los niños era diferente pero entrete también, en el recreo hacíamos un juego como la pinta que los hombres atrapaban a las mujeres, viceversa, había una base, etc. (no me acuerdo del nombre), hubo una vez que yo fui la última de las mujeres y el juego dependía de mi (se sentía bacán) y logre escabullirme entre todos mis compañeros y decir “LIBRE” en la base y todas corrieron.
Fue un momento glorioso jajaja.
Pero salir del colegio, ver un poco de tele y jugar y jugar hasta que me llamaban para estudiar y hacer las tareas era “LO chiriflai”.
En fin no se porque me puse a escribir estas cuestiones, esta pagina se ha transformado como en mi “bitácora” personal, porque gracias a Dios, casi nadie la lee.
viernes, 18 de abril de 2008
Cuestiones de niña
Publicado por Muriel en 6:07
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1 si tú lo dices...:
fe de erratas:
donde dice "LO chiriflai" debe decir "LO choriflai"
:P
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